El día 22 de Noviembre de 1894 en el templo del Beaterio de Celaya, después de la Comunión, Nuestra Madre Clarita le pidió por orden de su confesor, una prueba de su vocación a la vida religiosa y oyó una voz que le contestó diciendo:
"Di a tu confesor que la prueba que le doy, es que este día quedarás totalmente sana de tus graves enfermedades".
Como de hecho ocurrió.
NIÑITO JESÚS BENDÍCENOS