3.1.09

¿Quien fué Clara del Carmen Aguilera?




 La madre Clara Aguilera nació el 23 de Marzo de 1867, 
en Irapuato Guanajuato. 





Cuando tenía cuatro años de edad oyó algo acerca de los conventos de Teresas y desde entonces sintió deseos de hacerse religiosa; quedando sorda del oído derecho con que escucho la voz del Niño Jesús

Día Noveno

Hecha la señal de la cruz se reza el acto de contrición


Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.



ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.

¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.

DÍA NOVENO





Oración



¡Oh Dios y Señor mío! Aquí me tienes solicita a tus plantas, como necesitada entre la fuente de todo bien. Acuérdate, Señor, que soy una de aquellas almas que haz redimido y con tanto amor, haz que te posea siempre y que no te pierda jamás, y ya que te haz dado y te das todos los días bajo los cándidos accidentes, haz que sea toda tuya y que viva siempre unida hasta habitar en tu compañía en las mansiones sempiternas.

Esta gracia espero alcanzar por intercesión de la Santísima Virgen, mi buena Madre. Amen.



Se rezan los cinco credos como el primer día.


JACULATORIA
 

Jesús,
sed, vos mi amor .


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS




Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.

Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...



HACER LA PETICIÓN

Me retiro de tu presencia esperando alcanzar la gracia que he solicitado en esta novena, así como las virtudes propias de mi estado. Te lo pido por los méritos de tu Santísima Madre y por los méritos de tu Pasión Santísima y por la Sangre que derramaste en el Calvario por todos los mortales. Así sea.








Día Octavo

Hecha la señal de la cruz se reza el acto de contrición


Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.



ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.

¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.

DÍA OCTAVO





Oración
Aquí estoy de nuevo a tus pies, amabilisimo Niño Jesús, adorandote como te adoraron en otro tiempo los pastores en el establo de Belén. Vengo a mostrarte mi corazón con el peso de las muchas penas que abruman y sin más refugio y alivio, que el que espero hallar en el seno infinito de tu misericordia. ¡Señor! Soy pobre, tengo dolores que sólo tú puedes aliviar. Inclina a mí tus ojos de clemencia, no atiendas a mis innumerables faltas, sino al abismo de tu infinita caridad.

Por el grande amor que te hizo derramar en el calvario y por el amor que nos tienes al estar prisionero en el tabernáculo, te ruego, tengas misericordia de tus hijos. Así te lo suplico por intercesión de la Virgen Santísima. Amén.



Se rezan los cinco credos como el primer día.







JACULATORIA



Jesús mío, misericordia


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.

Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...



HACER LA PETICIÓN

Me retiro de tu presencia esperando alcanzar la gracia que he solicitado en esta novena, así como las virtudes propias de mi estado. Te lo pido por los méritos de tu Santísima Madre y por los méritos de tu Pasión Santísima y por la Sangre que derramaste en el Calvario por todos los mortales. Así sea.

Día Séptimo

Hecha la señal de la cruz se reza el acto de contrición


Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.

¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.


DÍA SEPTIMO




Oración
¡Oh Dios omnipotente y eterno!, Aquí me tienes como el ciego de Jericó, diciendote: "Jesús, hijo de David, ten compasión de mí" No permitas que vuelva a quedar ciega por mi desdicha y sea sorda a tus llamamientos. habiéndome curado Tú tantas veces, ayudame para que siga caminando de día en día por caminos rectos y seguros hasta llegar hacia Tí. Espero alcanzar esta gracia mediante la intercesión de la Santísima Virgen. Amén.


Se rezan los cinco credos como el primer día.
 

JACULATORIA


Jesús dulce y humilde de corazón,
haced el mío semejante al tuyo.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.
Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...



HACER LA PETICIÓN

Me retiro de tu presencia esperando alcanzar la gracia que he solicitado en esta novena, así como las virtudes propias de mi estado. Te lo pido por los méritos de tu Santísima Madre y por los méritos de tu Pasión Santísima y por la Sangre que derramaste en el Calvario por todos los mortales. Así sea.








Día Sexto



Hecha la señal de la cruz se reza el acto de contrición


Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.



ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.

¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.



DÍA SEXTO





Oración

¡Mi Jesús adorado! ¡Niño Divino de mi corazón! Aquí me tienes a tus plantas benditas, contemplando y meditando en tu amor, pues no contento con haber encarnado en las purísimas entrañas de María Santísima, has venido de nuevo para mí remedio, bajando del cielo de tu grandeza aesconderte en esta Hostia pura y santa.

Mi alma se siente abismada en contemplar a todo un Dios oculto y silencioso en el sagrario. Con este silencio misteriosos y ese ocultamiento divino, me enseñas que debo vivir solo para ti. concédeme, Jesús mío, que mi corazón sea un huerto cerrado donde puedas Tú recrearte. Esta gracia te la pido por la intercesión de la Virgen Santísima. Amén.



Se rezan los cinco credos como el primer día.



JACULATORIA

Niño Jesús Fundador
mueve corazones y remienda mis aflicciones.




ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.

Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...



HACER LA PETICIÓN

Me retiro de tu presencia esperando alcanzar la gracia que he solicitado en esta novena, así como las virtudes propias de mi estado. Te lo pido por los méritos de tu Santísima Madre y por los méritos de tu Pasión Santísima y por la Sangre que derramaste en el Calvario por todos los mortales. Así sea.

Día Quinto

Hecha la señal de la cruz se reza el acto de contrición



Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.

¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.







DÍA QUINTO


Oración




¡Oh niño gracioso y divino! Embeleso de mi alma, aquí me tienes gozando de las dulzuras de tu bondad misericordiosa; aquí me tienes bebiendo de la fuente cristalina, como siervo sediento que encuentra refrigerio en su padecer.

¿Quién no quedará satisfecho? Oh, dulce bien de mi alma, disfrutando de las ternuras de tu amor, que cual corriente de agua viva inunda a nuestra pobre alma tan llena de debilidades y miserias.

No permitas, Jesús mío, que corresponda con negra ingratitud a tantas finezas de tu amor. Válgame la intercesión de tu augusta Madre, a cuya protección me acojo. Amén.



Se rezan los cinco credos como el primer día.





JACULATORIA

Jesús mío,
misericordia




ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.


Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...



canto al Niño Jesús Fundador de HFIC

Finalizar con el canto al Niño Jesús Fundador.

Dia Cuarto

Hecha la señal de la cruz se reza el acto de contrición


Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.

¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.


DÍA CUARTO





Oración para todos los días


¡Oh Jesús mío!, de nuevo vengo a contemplarte y a meditar tus divinas enseñanaza, recibiendo de tu gran misericordia tu protección. Te veo en la forma del Niño diciéndome que Tú eres mi Médico, mi fortaleza y mi todo. Si, Jesús mío, por tu bondad, tus grandes designios, pues extiendes tus manitas hacia mí, para levantarme a una elevada perfección.

¿Qué quieres que te diga si ya sabes? Mi miseria es grande y sin ti no podrá dar un solo paso en el camino de la virtud, mas Tú caminas delante de mí, te seguiré segura. No permitas que me haga indigna de tantas ternuras de tu corazón. Ten compasión de mí, Jesús Niño, y permíteme que venga como niña pequeña gloriándome de aquellas sublimes palabras que dijiste a tus discípulos: "Dejad que los niños se acerquen a mi porque de ellos es el Reino de los cielos". Haz que lo haga siempre así ayudada por tu divina gracia mediante la intercesión de tu gloriosa e Inmaculada Madre. Amén.



Se rezan los cinco credos como el primer día.



JACULATORIA


Jesús mío,
sed mi amor
 
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.

Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...



HACER LA PETICIÓN

Me retiro de tu presencia esperando alcanzar la gracia que he solicitado en esta novena, así como las virtudes propias de mi estado. Te lo pido por los méritos de tu Santísima Madre y por los méritos de tu Pasión Santísima y por la Sangre que derramaste en el Calvario por todos los mortales. Así sea.

Día Tercero

Hecha la señal de la cruz se reza el acto de contrición


 

 

 

 

 
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.

 

 

 
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

 
Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.

 

 

 
¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

 

 

 
Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.

 
DIA TERCERO

DÍA TERCERO


  
Oración 


¡Omnipotente Dios! ¡Hermosísimo Niño Jesús! De nuevo estoy a tus divinas plantas gozándome en el mar inmenso de tu misericordia, mira, Señor, las necesidades de mi pobre alma, la debilidad y decaimiento de mi espíritu, mi indigencia y mi miseria. aquí me tiene, Jesús mío haz que cumpla hasta la muerte con los mandamientos de la Ley de Dios que son diez:

 
  • Amarás a Dios sobre todas las cosas.  
  • No tomarás el Nombre de Dios en vano.  
  • Santificarás las fiestas.  
  • Honrarás a tu padre y a tu madre.  
  • No matarás.  
  • No cometerás actos impuros.  
  • No robarás.  
  • No dirás falso testimonio ni mentirás.  
  • No consentirás pensamientos ni deseos impuros.  
  • No codiciarás los bienes ajeno.

 
y los mandamientos de la Santa Madre Iglesia que son 5: 
  • Asistir a misa entera los domiengos y fiestas de guardar.
  • Confesarse si se tiene pecado mortal, a lo menos una vez al año o cuando hay peligro de muerte o antes de comulgar.  
  • Comulgar a lo menos una vez al año. 
  • Hacer los ayunos y abstinencias señalados.  
  • Pagar el diezmo a la Iglesia y ayudarla en sus necesidades.
Así lo espero, Jesús de mi alma, mediante la intercesión de la Santísima Virgen, tu augusta y Santa Madre y también Madre mía. Amén
 

 
Se rezan los cinco credos como el primer día.

 

 

 
JACULATORIA

Sacratísimo Corazón de Jesús,
tened misericordia de nosotros

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.

Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...


 
Finalizar canto al Niño Jesús Fundador de HFIC

 

 

 

 

 

 

 

Día Segundo


Hecha la señal de la cruz se reza el acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.



ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.

¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.



DIA SEGUNDO




Oración



¡Oh Dios eterno! que por tu misericordia nos quisiste regalar a tu Unigénito hijo, hecho niño mas resplandeciente que el sol, aquí me tienes a tus sagradas plantas. Contemplando su imagen agraciada veo. Jesús mío, una mirada tierna y amorosa como una flor mrchita por tu infinita misericordia esas manchas que me afean, purifícame y ayúdame con tu divina gracia, por intercesión de la Virgen de la Vírgenes por los siglos de los siglos, Amén.


Se rezan los cinco credos como el primer día.


JACULATORIA

V. Jesús manso y humilde de corazón.

R. Haz que mi corazón se parezca al tuyo.



ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS


Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.

Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...

canto al Niño Jesús Fundador de HFIC

Día Primero


SEÑAL DE LA CRUZ


(signo de la redención)

Por la señal de la Santa Cruz,


de nuestros enemigos,

líbranos Señor Dios nuestro.

En el nombre del Padre

y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.





Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí, y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amén.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente Dios y Padre Mío. ¡Mi buen Jesús!, Niño preciosísimo, ya que los ojos del cuerpo no pueden deleitarlos en mirarlos por estar escondido en ese Augusto Sacramento; descubríos a los de mi alma y daos a conocer como Dios que sustenta la vida del alma.
¡Oh amor infinito que me amáis más de lo que me puedo imaginar! ¡Santo Niño!, Descanso de todas mis penas! ¡Piadosísimo y amorosísimo Jesús de mi corazón!

Cuán grande es el amor que nos tenéis, pues vuestras delicias son vivir en nuestra compañía en el destierro de este mundo, para acudir al remedio de nuestras necesidades. ¡Oh verdadero esposo de nuestras almas! Qué mal os paga la que es infiel e ingrata. ¡Decís desde ese Sacramento, si alguna tiene sed, venga a mí y beba! "Venid a mi los que estáis trabajados y yo os aliviaré". Fiado en tan ducles palabras, a vos acudo pra que saciéis la sed de mi alma con las cristalinas aguas de la gracia y me consoléis y fortalezcais en los trabajos y tentaciones de la vida.


DÍA PRIMERO


¡Oh hermosísimo Niño Jesús! ¡Maestro soberano de todas las virtudes y en especial de la Santa Pobreza! Que no contento con haber enseñado esta virtud en Belén, donde, Voz Rey del cielo, tuvisteis como palacio un pesebre y por cortesanos unos humildes pastores y mas tarde en la cruz no tuvisteis donde reclinar la cabeza.

De nuevo contemplo ese rostro agraciado que formó en otro tiempo las delicias de vuestra Santísima Madre María y José, en la casita de Nazareth.

¡Oh Jesús Niño! Oid nustras plegarias, concédenos el remedio de los males que nos aquejan, por intercesión de vuestra Madre la Virgen Purísima. Amén.



Se rezan cinco credos
en honor de las cinco letras del dulce nombre de Jesús
y se dice la siguiente jaculatoria.



JACULATORIA:

Jesús mío, misericordia



Oración final para todos los días

Postrado ante tu augusta Majestad, divino Niño Jesús, vengo a depositar en tu amantísimo corazón mis penas y alegrías. vengo a manifestarte una vez más las fragilidades y miserias propias de mi flaqueza humana, para que tú, querido Niño, infundas a mi alma el valor de luchar y la fortaleza necesaria para contrarrestar las tempestades de la vida y sepa recidir con perfecta resignación las amarguras que te dignes enviarme.


Sé que eres mi Padre y en la actitud que tienen tus manitas, me estás diciendo: "Pedid y recibireis" confiada en la grandeza de tu generoso corazón, te ruego me concedas la gracia de llegar a ser imitadora de tus virtudes y el remedio de esta necesidad...

HACER LA PETICIÓN

Me retiro de tu presencia esperando alcanzar la gracia que he solicitado en esta novena, así como las virtudes propias de mi estado. Te lo pido por los méritos de tu Santísima Madre y por los méritos de tu Pasión Santísima y por la Sangre que derramaste en el Calvario por todos los mortales. Así sea.


Se finaliza con el canto al Niño Jesús Fundador de HFIC

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Canto por Fatima Roxana Aguilar Candray