Un veintidós de octubre
del año noventa y cuatro
a nuestra Madre Clarita
el Niño se le revelo
En el Templo de Celaya
Nuestra Madre a Dios pidió
le concediese la gracia
su vocación conocer
Despierta “Niño” despierta
mira que ya amaneció
ya tus hijas Franciscanas
vienen a darte su amor.
Descendió una luz del cielo
en blanca nube celestial
su hermosura encantadora
con ternura angelical
Su mirada hacia abajo
las manitas de bondad
sentado sobre la nube
Clarita ve a Jesús
CORO
En un dialogo divino
el Niño Jesús prometió
que levantaría sus obras
a una gran santidad.
Este vil átomo quiere
conocer tu voluntad
para servirte Señor
en toda la humanidad.
CORO
con humilde corazón
no puedo ser religiosa
pues enferma yo estoy.
El Niño Jesús contesta
con ardiente y dulce voz
yo seré tu medicina
no tienes porque temer.
CORO
Nuestra Madre escuchaba
las palabras de Jesús
y pregunta dulcemente
con humildad y amor.
La oración es la nube
el incienso de bondad
tu humildad me lleva a ti
Para mostrarte mi amor.
CORO
le pide a Nuestra Madre
servir con benevolencia
Yo seré tu sostén.
El niño dulce muestra
las espinas de dolor
que llega hasta el cielo
el sacrificio de amor.
CORO
día veintidós de octubre
toda la congregación
celebra con devoción
celebra con devoción