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aunque una acerba cruz háyame de alzar.
Será mi canto aquí: ¡Más cerca, oh Dios, de ti!
¡Más cerca, oh Dios, de ti, más cerca, sí!
2. Si peregrino soy, y de ansiedad
me llena, puesto el sol, la oscuridad,
mi sueño aún así ha de llevarme a ti
¡Más cerca, oh Dios, de ti, más cerca, sí!
3. Y luego al despertar, te alabaré
de gracias, un altar te levantaré;
allí mi corazón eleve su oración
¡Más cerca, oh Dios, de ti, más cerca, sí!
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